Cada vez que una patera se hunde, cada vez que un niño perece ahogado, los medios de comunicación se vuelcan como buitres sobre la carnaza. Es noticia, es tirada, es dinero... Lo que no cuentan es el porqué millones de personas abandonan su hogares, sus pueblos y sus tierras y se juegan la vida en una travesía hacia la nada; lo que esconden es el hambre, la enfermedad, la guerra perpetua, la explotación, la desesperación y la muerte.
Entretodos
Millones de niños mueren cada año en sus chozas por falta de agua, de alimentos y medicinas Eso no es noticia, pero si uno de estos pequeños aparece en una playa arrastrado por las olas de la miseria y de la injusticia, entonces las campanas repican para que el pueblo contemple el espectáculo.
Mientras, nuestras multinacionales, sí, sí, las nuestras, también financian genocidios, guerras fratricidas y siembran la tierra de venenos y odios. Wall Street, la City y el Ibex pueden dormir tranquilos, la sangre se cotiza por debajo del crudo, y eso que ahora el petroleo está de rebajas.