Cada mañana, antes de coger el tren en la plaza de Espanya, me tomo un café en el bar de la estación. He estado fuera unos días y, al volver, la puerta del bar estaba abierta, lo que significa que el aire acondicionado no funcionaba. Otra vez, como cada mes de agosto.
Entretodos
Es una vergüenza. Las condiciones de las chicas que allí trabajan son intolerables. Trabajan a 40 grados o más. Cada verano pasa lo mismo y nadie arregla el problema. Ya estamos a mediados de agosto, por lo que me temo que nada se va a hacer.