Durante la primera oleada de brotes en nuestro país, las universidades quedaron paralizadas en una situación de mucho desconcierto. La actual situación, acercó a miles de docentes y alumnos a asumir el reto de la educación a distancia; eso no solo implicaba la responsabilidad y presencialidad 'online' de los estudiantes, sino un reciclaje en las infraestructuras de sus centros.
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El alumnado empieza a ser más autodidacta que nunca, pero también el más crítico con la situación de sus centros, que los acusan de: descoordinación, escasez de responsabilidad docente, exceso de tareas y falta de recursos. Por eso, reclaman un cambio metodológico para ajustar su aprendizaje, incluyendo la necesidad de usar recursos adaptados a la nueva situación, aunque esto suponga que parte del profesorado tenga que reciclarse y formarse para incorporar nuevas destrezas y competencias docentes.
Algunas universidades han sabido escuchar las peticiones de su alumnado, pero a otras parecen costarles. ¿Piensa alguien en la educación de esos alumnos?