En relación con la carta "La izquierda y su desconexión de la realidad", quisiera dar un punto de vista más optimista y esperanzador. Para no sucumbir al desaliento, me atrevería a decir que no todo va mal. Por ejemplo, el recibo de la luz no ha acusado una subida tan desorbitada gracias a la intervención del Gobierno, según he podido comprobar en mis últimas facturas. Además, la clase trabajadora ha estado protegida por los ertes, que han evitado el desplome económico de nuestro país. Finalmente, el salario mínimo ha subido, lo que permite reactivar el consumo y la solvencia de la clase trabajadora, que ahora puede llegar más fácilmente a fin de mes. En cuanto a la desafección, no se soluciona con el voto a partidos extremistas, ya que lo único que hacen es crispar y carecen de verdaderos valores democráticos.
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