Zapatillas de marca. Móviles de más de 500 euros. Altavoces portátiles a todo volumen por mitad de la calle. Letras obscenas. Ropa que lo es aún más. Gorras, piercings, cigarros, porros. Degradado repasado cada tres semanas en la peluquería. Miradas desafiantes. Seis meses sin pisar un aula. Paro en escalada, pero en 'standby' por "ERTE de magia". Las únicas cifras de las que hablan ahora las noticias son las de los contagios.
Entretodos
La frustración es el espíritu de nuestra época. Decorado de hiperconsumo edulcorado y defendido a toda costa desde las instituciones. Aspiraciones hilarantes que si no heredamos de nuestros padres heredamos de la publicidad incesante, e igual lo harán y han hecho ya las nuevas generaciones. Si algo sobrevivirá tras esta pandemia es el consumo desmedido, pilar maestro del orden económico imperante y superador de todo obstáculo posible.