Cuando vi a Ayuso en el programa de televisión 'El Hormiguero' recordé a Pedro Sánchez en su visita a Estados Unidos, y me puse a reflexionar: Aquellos que gobiernan ¿son verdaderamente políticos o celebridades realizando política? En sus entrevistas se aprecia cómo cada vez más nos centramos más en cosas superficiales como su imagen, vestimenta o vida privada que en sus promesas, acciones y estrategias. Casi todos los artículos sobre la entrevista a la presidenta de la Comunidad de Madrid hablaban de su “look rockero”, y los medios estadounidenses solo sabían decir que Sánchez era “ese carismático y atractivo presidente de España”.
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¿Es ahora el éxito mediático y de audiencia sinónimo de éxito político? ¿Qué valoramos de estos realmente: sus imágenes o sus capacidades?