Sí, tengo un perro y le estresan los petardos, pero no por ello pienso que deban dejar de tirarse en la verbena de Sant Joan. Ya me preocupo yo de sacarlo a una hora prudente, y si quiere volver a casa, pues que así sea. Es más consciente que muchas personas, pues sabe que tiene que hacer sus necesidades en la calle y baja encantado. Tambien nosotros salimos para ir a trabajar y no nos apetece. Pienso que por Sant Joan se ha acabado con muchas tradiciones, como las hogueras, las orquestas, etcétera, que suponían menos peligro que los petardos. Yo no he visto todavía a nadie que prohíba los petardos en esta noche, y son más peligrosos para los niños que para los perros. Y no sé de ningún perro que se haya quemado con un petardo. En cambio, niños... Ahora no son petardos, ahora son truenos, y cuanto más gordos, parece que mejor.