Parece que ahora los jóvenes somos la “generación de cristal” por ser "demasiado frágiles”, por “molestarnos por todo” y por “llorar”, así que aprovecho esta plataforma para pediros disculpas.
Entretodos
Pido perdón por quejarme si mis amigas ganan menos que mis amigos; por llorar ante la posibilidad de recibir una paliza al grito de “maricón”; por protestar porque me parezca mal que mis amigos racializados sufran discriminación; por salir a la calle al ver que cuatro de cada diez chavales no encontramos trabajo; o porque si lo encontramos no nos llega para un alquiler.
Si no acobardarse ante las injusticias es ser frágil, si luchar por lo que uno cree es molestarse por todo y si querer una vida digna es ser un llorón, entonces pido perdón, en nombre de toda mi generación, por ser “de cristal”.