Es conocido por todos que dentro del Partido Popular conviven varias corrientes ideológicas a cada cual más conservadora y radical.
Entretodos
También lo es el hecho de que dentro del PP han convivido durante mucho tiempo personas que actualmente dirigen el partido ultraderechista Vox, a la vez que lo han hecho personas de una derecha conservadora menos extremista pero cargada de una ideología nacional católica.
Tras un engaño falaz a los votantes en las ultimas elecciones, indicando que la verdadera ideología del PP era el centralismo de derecha, el Partido Popular vuelve a su radicalización, aquella que nunca abandono sino que la escondió para sacar votos.
Casado, ayudado por sus afines más radicales como Cayetana Álvarez de Toledo, ha vuelto a la radicalización de sus discursos, al no por el no, a provocar la crispación y el odio para así no aceptar sus derrotas electorales y, a la vez, a defenestrar y eliminar de sus órganos a aquellos que no acepten sus postulados.
Vuelve, como buen asesor que fue del aznarismo, a rescatar las políticas nefastas, ultraconservadoras y radicales de Aznar. Y como buen discípulo suyo ha superado sus previsiones y ha provocado aún mas radicalización en el PP, volviendo a poner en cargos importantes a personas que demostraron un radicalismo conservador.
Por eso, impone sus candidatos y defenestra a aquellos que le critican. Su objetivo es volver a unir con ellos a los que se fueron a Vox, de ahí que le candidato vasco hable tan bien de Abascal y de lo bien que lo está haciendo su partido. Además, se une a este partido en temas como el ataque a la memoria histórica, entre otros.
En resumen, Casado está demostrando que es y sigue siendo un discípulo aventajado de Aznar y de sus políticas. A este paso, y si fracasa en las elecciones gallegas, vascas y las catalanas, Aznar volverá a ser candidato del PP en las nuevas elecciones.