Así amanece cada mañana este rincón de la rambla de Badal, muy cerca de la plaza Cerdà. Las personas que duermen en este lugar, orinan y beben alcohol alcohol, que está prohibido por las ordenanzas municipales.
Entretodos
Cuando llamamos al teléfono del incivismo se limitan a limpiar y decirnos que están en el tema con los servicios sociales del ayuntamiento; cuando llamamos a la Guardia Urbana se limitan a decir que el problema está enquistado en toda la ciutat y que pasarán el parte. Seguimos esperando a que alguien de estos departamentos venga a ver qué pasa porque, que sepamos, no ha venido nunca nadie.
Los vecinos estamos hartos. Pagamos impuestos para ver cómo una ciudad como Barcelona se deteriora cada vez más y no se toman medidas.