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Orgullo no, dignidad gay

Imagen de la Carrera de la Diversidad por las calle de Madrid. / JAVIER SORIANO

Vaya por delante que yo soy homosexual y tengo 78 años, lo que significa que ni nací anoche ni estoy metido en ningún armario, y que puedo decir que en mis ropas descansa el polvo de todos los caminos y el sudor de muchas agonías. Soy consciente de que me voy a ganar alguna enemistad por lo que voy a decir, pero aquí dejo mi reflexión.

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¿Orgullo, qué orgullo? ¿Orgullo, de qué? Si uno consulta el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, explícitamente nos informa del término orgullo: "1. m. Arrogancia, vanidad, exceso de estimación propia, que a veces es disimulable por nacer de causas nobles y virtuosas".

La palabra 'orgullo' se ha traducido del inglés 'pride' (como tantas veces) de forma inadecuada. Si uno consulta el diccionario inglés hallará el sinónimo 'dignity', o sea, 'dignidad', lo cual es justamente la mejor acepción que bien se pudiera emplear. Nótese la diferencia entre estas dos frases:

“Yo estoy orgulloso de ser respetado y amado como gay, judío, musulmán, negro, discapacitado, etcétera.” En lugar de “Yo soy digno de ser respetado y amado como gay, judío, musulmán, negro o discapacitado, etcétera”.

Por lo tanto, sugiero que cambien la denominación del "Día del Orgullo Gay" por la de "Día de la Dignidad Gay" o “Día de la Dignidad LGTB