El ocio nocturno ha vuelto a abrir, incluidas las discotecas, y esta modificación de la normativa ha permitido que los adolescentes puedan salir y disfrutar de su vida social. Pero parece ser que el personal de seguridad de las discotecas no disfrutan tanto la reapertura. La semana pasada, varias personas sufrieron discriminación en una discoteca, para ser más concretos una discriminación clasista: no les permitieron la entrada al local a unos jóvenes por su vestimenta, que el personal consideró que no era adecuada para el lugar. Pero esta situación se repite cada semana en distintas discotecas. En el ocio nocturno nos encontramos con constantes discriminaciones: homófobas, machistas, sexistas y racistas.
Entretodos
Desde mi punto de vista creo que se necesita un cambio del pensamiento de la sociedad. En pleno siglo XXI, hay quien no respeta que haya diferentes clases sociales o que una mujer lleve la vestimenta que ella considere adecuada, y se la juzgue diciendo que va provocativa, y hay parejas homosexuales que tienen que aguantar abusos sin ningún motivo.
Estas actitudes se deben cambiar para que nuestra sociedad evolucione, comenzando en el ocio nocturno de los adolescentes, ya que es una etapa clave en el desarrollo como persona.