De niño, mi madre me quería ver gordito y preguntaba a otras madres cómo lo hacían con sus hijos. Me atiborró con azúcar y harinas.
Entretodos
España está en puestos de cabeza de la UE en obesidad infantil (3 de cada 10 niños con sobrepeso). Pienso que se debe a una falta de formación nutricional en las facultades de Medicina y de Pedagogía, también en los centros escolares y en los medios de comunicación públicos.
Cuando me cruzo con personas con sobrepeso, me detengo a pensar en cómo será su día a día y sus actos domésticos.
El tema se las trae, tanto en lo personal y familiar como en lo comunitario; tanto en gasto público sanitario como en la economía de esas familias y personas que buscan soluciones más eficaces fuera del sistema público de salud.
A pesar de ello, aún vemos en hospitales y consultas de pediatría, máquinas expendedoras de 'comida basura', bollería industrial y bebidas superazucaradas. ¿Cómo puede ser si son alimentos ultraprocesados la fuente principal de la obesidad? ¿Y los desayunos de los hospitales de pediatría basadoS en lo mismo?
El verano anima a la movilidad. Así, me he enterado que existe la Asociación de Comedores Compulsivos Anónimos (OA, pos las siglas en inglés de Overeaters Anonymous) y he tomado conciencia de que nada es comparable (sea obeso o no) al tormento psíquico que sufre un comedor compulsivo, esclavo de su adicción
Una llamada de ánimo a las personas en esa circunstancia. También a los medios para que se haga más visible el problema y poder trazar vías de encuentro y espacios de alivio a un trastorno psicológico con una grave afectación en la salud, la movilidad, las relaciones sociales, familiares y de pareja.