Pensaba que esta pandemia serviría a muchas personas para entender lo importante que es tener salud y un entorno adecuado para vivir, pero está claro que no hemos aprendido nada como sociedad. Con el desconfinamiento las calles se vuelven a llenar, no solo de peatones y ciclistas, también de coches y motos. Estudios cientificos han demostrado que la contaminación ambiental y acústica perjudica gravemente a nuestra salud, y Barcelona ya hace 10 años que supera los límites recomendados en ambos indicadores.

Entiendo que hay gente que depende de su vehículo a motor para trabajar, especialmente transportistas y personal de mantenimiento o del sector de la construcción, pero solo hace falta observar brevemente los coches y motos que circulan para ver que la gente no ha aprendido nada. Se vuelven a ver coches con una sola persona, motos tipo Harley-Davidson o deportivas que hacen un ruido infernal. Han vuelto los pitidos y el estrés.

Seguramente sus propietarios dirán que no tienen alternativa. Pero los vecinos no podemos más, no queremos volver a esa antigua normalidad. En especial con aquellos que circulan haciendo un ruido excesivo totalmente innecesario para desplazarse. Todos podemos buscar alternativas: reducir nuestros desplazamientos, buscar métodos de transporte menos contaminantes o simplemente dejar de modificar los tubos de escape y no pitar por cualquier tontería.

No podemos esperar a que los políticos cambien esto porque tardarán años. Somos adultos y podemos tomar decisiones responsables. Intenta poner tu granito de arena, encima tuyo tienes personas que, igual que tú, quieren descansar en su casa.