Necesitamos nuevos impresionistas en este rancio y aburrido panorama político que forma parte del pulso diario de nuestras vidas. Es hora de dar un cuarto de vuelta al ingenio y apostar por nuevas formas y coloridos en esta monocroma forma de hacer política que nos hastía. Si nos acompañara la suerte (aprovechando la estación primaveral), ya podrían brotar algunas mentes políticas con esa soñadora visión espacial que plasmaban en sus pinturas: Manet, Renoir, Monet, Degas.
Entretodos
Necesitamos vislumbrar un poco de arte en las formas de hacer política. La utopía y el impresionismo, al menos, nos dejan soñar fugazmente en un paisaje político lleno de colorido.