Dicen que todo empezó en Argentina, pero todo empezó con las declaraciones de Valentino aludiendo a que Marc Márquez ayudaba a Jorge después de que Marc Marc Márquez le arrebatara a Jorge la primera posición la carrera anterior. Esas acusaciones sin fundamento e ilógicas posiblemente provocaron en Marc el quererle luchar tanto a Rossi durante la carrera hasta llegar a desesperarlo y según muchas opiniones ese gesto de Marc fue algo feo debido a que él no se jugaba nada y Rossi se lo jugaba todo.
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Pero cabe que recordemos dos cosas; ¿Acaso no fue Rossi el que metió a Marc en esa lucha haciendo esas declaraciones totalmente innecesarias? Y la otra que hace falta recordar es que este es un deporte en el que para ganar debes ser más rápido que todos, no solo con los que te juegas algo y si Rossi no podía con Marc (que se limitó a hablar en la pista siendo más rápido) que simplemente se hubiera quedado detrás, no le hubieran sancionado y posiblemente hoy sería campeón del mundo.
Este mundial no lo ha ganado Jorge Lorenzo, lo ha perdido Valentino Rossi y eso ha sido lo más sorprendente y triste a la vez. Que un piloto de la categoría de Rossi, nueve veces campeón del mundo y acostumbrado a manejar situaciones de presión se haya visto superado por su propia estrategia y hayamos tenido que ver una reacción más propia de un niño rabioso que de un profesional del motociclismo sin igual debido a que su ambición ha podido con su talento, como ya le dijo en una ocasión un tal Casey Stoner.