Convirtieron a los muertos en un numero vacío, como si fueran cero, como si no fueran ellos. Convirtieron a los muertos en lutos largos, pendientes duelos, nos robaron despedidas y se llevaron sus huesos... y nadie se rasgó las ropas... nos han podido los miedos. Nadie levantó la voz, nadie levantó el puño, cuando enterraron a sus padres, cuando les robaron los años que les quedaban, los abrazos a sus nietos... nadie dijo nada, se van nuestros muertos en silencio.
Entretodos
No importa el número, los eligieron a dedo, quién sería el primero... no hay ases ni campeones, sus gritos desencajados se los llevaron a peso.
Cuánto dolor escondido, callado, cuánto dolor, ya no puedo guardar más silencio... tantos nombres escondidos entre números recitados por voces necias... porque ni siquiera se merecen nombrar a nuestros muertos. Buen viaje, cuando menos... nadie queda en el olvido, aunque cantarte coplas no puedo.