Tardó, pero Messi por fin renovó con su equipo del alma y su cláusula de rescisión subió a 700 millones de euros. Una cantidad normal, teniendo en cuenta que los jeques multimillonarios de hoy en día están dispuestos a llevarse jugadores por cifras como esta, y si no que se lo pregunten a Nasser Al-Khelaïfi.
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Así pues, ahora mismo Leo Messi está blindado con esta cifra tan exorbitante y veremos quién se atreve a llevárselo. En este aspecto, Bartomeu puede descansar tranquilo porque han sido meses de mucha locura y días muy largos para el presidente del Barça. Tras la protocolaria firma, podemos volver todos a la calma y respirar tranquilos, ya que Dios estará con nosotros hasta el 2021. Tenemos Messi ya para saciarnos.