He recibido la noticia: me deniegan la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC) y no he salido de mi asombro. He acudido a pedir explicaciones. La razón que me han proporcionado es que mi familia "es de posibles", y de "bastantes posibles". A lo que yo, siendo sincero, con alguna palabra altisonante debido a mi ofuscación, le he contestado con las siguientes preguntas: ¿Qué tiene que ver mi familia con mi situación? ¿Sabe usted que en los últimos tiempos he estado durmiendo entre pensiones de mala muerte y cajeros automáticos? ¿Sabe que llevo entregados y/o enviados más de 700 currículums en los últimos meses?
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Y la funcionaria en cuestión me ha contestado que ella no es asistenta social, que me dedique a buscar trabajo, y que hay más de 30.000 expedientes de RGC pendientes de resolver. En resumen, actitud indignante de la funcionaria, que por cierto, mientras discutía conmigo escribía en el Whatsaap de su móvil.
Una sugerencia: cambien el nombre de RGC, porque de garantizar no garantiza nada.