Lo esencial para solucionar problemas es saber plantearlos debidamente. Una gran mayoría de políticos, articulistas y ciudadanos arremeten a diario contra Trump, Johnson y Puigdemont, demostrando por activa y por pasiva que son políticos populistas no deseables. He puesto tres ejemplos, pero hay muchísimos más. El camino correcto no es atacar a esos líderes carismáticos; lo oportuno y sensato es dirigirse a quienes los votan.
Entretodos
Los demócratas norteamericanos tendrían que explicar a los votantes de Trump -despectivamente denominados 'rednecks'- que nadie los desprecia y que la América sensata los necesita y cuenta con ellos. Así, recuperarían muchos votos. En el Reino Unido y Catalunya, más de lo mismo; demostrar debidamente a los votantes de Johnson y Puigdemont que si siguen por este camino acabarán destrozando de manera definitiva lo que más aman: el Reino Unido y Catalunya.