La semana pasada fui a pasear por plaza Catalunya con mi hijo de 4 años y mi mujer. Para variar, y ya que nos quieren enseñar a usar el transporte público frente al privado, decidimos tomar el metro.
Entretodos
En casi mis 50 años, nunca había visto así el metro y las calles de Barcelona: lleno de mantelería que hace imposible los accesos a la estación. Iba con un cochecito de bebé, y llegué hasta el punto de tener que levantarlo a pulso para poder pasar; y no digamos los andenes, llenos, cosa que te obligaba a caminar por el borde que da a vía, con el peligro que un solo roce te tire a la vía.
¿Van a esperar que se mate alguien para poner soluciones?
Es una pena que desde que está en la alcaldía Ada Colau, en Barcelona hay más suciedad, delincuentes, manteros, etcétera; cada día más degradada.
Lo siento mucho por el medioambiente, pero seguiré usando el trasporte privado.