La pesadilla es tan real como los datos de Unicef: "cerca de 300 millones de niños y niñas de dos a cuatro años en todo el mundo (tres de cada cuatro) son habitualmente víctimas de algún tipo de violencia por parte de sus cuidadores", como bofetadas, gritos, insultos, agresiones y abusos sexuales. Niños y niñas indefensos, paralizados por el abuso de poder y el miedo, víctimas del monstruo que se esconde en casa. Seguimos justificando lo injustificable, haciendo invisible lo visible, tolerando lo intolerable. ¿Hasta cuándo vamos a seguir normalizando la violencia en cualquiera de sus formas?
Entretodos