El coronavirus ha logrado monopolizar al sistema sanitario en Catalunya hasta el punto que los enfermos crónicos hemos sido dados de alta en el hospital Vall d'Hebron sin previo aviso. Me siento abandonada a mi suerte en un sistema que al parecer cada vez más solo existe para las clases dominantes.

Hace años que la sanidad universal y de calidad solo parece un ideal de un libro de historia que como todos los grandes ideales sucumben a la fuerza del poder y de aquellos que solo ven en este mundo el ideal del dinero.

Mi rebeldía innata me hace sacar la espada e imaginarme como a Juana de Arco blandiendo el pendón de la justicia pero mi realidad física me recuerda que la fatiga crónica y la fibromialgia solo me permiten escribir como formar de reivindicar esa justicia que se me niega.