Hay dirigidos y dirigentes. A todas las sociedades, no solo a las occidentales, les conciernen los derechos humanos, proclamados y firmados por todo el mundo, por todos los Estados, hace años, ante las Naciones Unidas. Con valores de democracia, libertades de todo tipo, derechos de igualdad, a la vida, la seguridad, la paz, la alimentación, la salud, la educación, el trabajo, entre otros. Es decir un amplio humanismo sin discriminaciones, racismo, ni xenofobia.
Entretodos
No tiene sentido decir que los pueblos tienen los dirigentes que se merecen. Al poder se puede llegar o trepar de muchas maneras, incluidos cualquier subterfugio. Y el poder, por sí mismo, debe cumplir estos amplios deberes humanos, este humanismo.