Renegando de sus principios fundacionales –combatir la pobreza–, las políticas del FMI promueven un capitalismo neoliberal que favorece a los poderosos y agiganta la brecha entre ricos y pobres. Por eso ahora exigen a España subir el IVA, contratar planes de pensiones privados y moderar salarios; y, hace poco, contrato único e incremento del copago sanitario.

Examinemos este insensato canto de sirenas que demuele igualdad y justicia social: el injusto IVA lo abonan por igual ricos y pobres. Para quien pueda contratarlo, el plan privado de pensiones no garantiza su cobro, pero sí favorece a los potentados. La moderación salarial es aplicable a todos menos a sus abultados sueldos. El contrato único apuntala la reforma laboral de empleo precario y míseros salarios. Y, por último, el copago farmacéutico hace que enfermos desfavorecidos dejen su tratamiento, ocasionando mayor gasto a la Seguridad Social por el agravamiento de sus males.

¿Al final culparán a los pobres de su pobreza?