En nuestro domicilio familiar, en Santa Coloma de Gramenet, tenemos la costumbre de separar los residuos: desecho, vidrio, papel, envases y, últimamente, orgánico. Y los depositamos en sus respectivos contenedores.
Entretodos
De una calle adyacente a la nuestra, en la que no hay contenedores de desecho, los vecinos vienen a los de la nuestra a dejar la basura. Todos, menos una familia que, frecuentemente, envía a uno de sus hijos y tira la bolsa al lado de los contenedores.
Por la noche hay gatos sueltos que rompen la bolsa y esparcen los desperdicios por la acera y la calzada. Alguien debería recordarles a estos vecinos ese refrán que dice: "No es más limpio quien más limpia, sino quien menos ensucia".