Hace dos semanas que ha empezado el curso y me he dado cuenta de que al estar ocupada haciendo clases, deberes, estudiando, etcétera no puedo utilizar el móvil el tiempo que a mí me gustaría. Me siento rara, un sentimiento que me hace estar intranquila muchas veces.
Entretodos
Nuestra sociedad ha llegado a un punto en que los adolescentes no podemos 'vivir' sin móvil. Y cada vez más jóvenes empiezan a consumir este producto desde más pequeños.
No es una tontería la dependencia que generan estos aparatos, una dependencia que, a menudo, obstaculiza las relaciones con el entorno, especialmente con la familia. Yo misma podría decir que utilizo el móvil nada más despertar, parece que sea tan importante como desayunar o lavarse los dientes. Comprobar si tengo mensajes o revisar los comentarios y 'likes' en las redes sociales se ha convertido en parte indispensable de mi día a día.
Actualmente, esto puede llegar a generar una ansiedad y una inseguridad que puede convertirse en un problema para los jóvenes. Y estoy segura de que no soy la única. Pero ¿qué podemos hacer? Creo que esta situación seguirá por mucho tiempo así, a no ser que aprendamos a no depender tanto de ello, cosa que, personalmente, hoy por hoy, me parece imposible.