Creo que buena parte de nuestros políticos tendrían que volver a la escuela para aprender algo de aritmética básica. Hace unos días el gobierno municipal ha paralizado al menos durante un año las obras de entrada y salida de Barcelona por el nudo de Glòries.
Entretodos
La razón esgrimida es que las adjudicatarias han evaluado que el proyecto licitado inicialmente por 60 millones de euros costaría, después de todas las modificaciones necesarias unos 96 millones. Han puesto el grito en el cielo y han parado las obras para rehacer el proyecto para conseguir ahorrar unos millones de euros al sufrido contribuyente.
Hasta aquí todo parece de color de rosa, siempre que no se hagan las matemáticas correctas. El parón de un año también cuesta dinero y ese dinero lo pagan los mismos a los que se les intenta ahorrar el sobrecoste. Solamente por la C-31 circulan hacia Barcelona por lo bajo 50.000 vehículos al día. Las obras -y lo sé por experiencia como sufridor de las mismas- aumentan el tiempo de viaje al menos media hora, lo que supone 25.000 horas al día perdidas. Tomando un mínimo precio de 6 euros por hora, estamos hablando de 150.000 euros al día, lo que supone 55 millones de euros en un año.
Es decir, que el supuesto ahorro no lo es tal, sino que el coste es mayor ya además lo acabamos pagando los contribuyentes. Hay que hacer las cuentas correctas y no las que a algunos les gustaría. Como diría alguien, el dinero ni se crea ni se destruye, solamente pagan los mismos.