Es verdad que el Rey emérito ha dado momentos a la Nación que incluso no se pagan con dinero, pero eso no niega la evidencia de que una persona no se divide en dos partes en la que en una lleve las medallas y en la otra las condenas, así que solo queda en circunstancias normales llevarlas en una parte que es la que deberá aguantar de todas y en circunstancias anormales una en la que realmente aguantar solo de las medallas.
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Estará bien poder leer algún día las memorias de Pedro Sánchez y sobre todo el capítulo donde trate de la marcha de don Juan Carlos al extranjero, las conversaciones y acuerdos que trató en ese visado, que parece definitivamente de salida y en que perdía la Justicia, aunque supongo que si así se hizo fue porque la maleta llevaba más peso del previsto y que si en ese cierre iba la estabilidad de España, bien estará la llave en el fondo del Océano.