En la esquina de las calles Galileu y Remei, es decir, en pleno centro de Les Corts, han empezado las obras para construir un hotel/residencia de 117 habitaciones y siete pisos de altura. El promotor: la Iglesia católica. El motivo: sufragar los gastos de mantenimiento de la residencia de obispos colindante.

La historia: último pleno municipal de Xavier Trias como alcalde de Barcelona, sin luz ni taquígrafos y con el apoyo del PP, se aprueba la construcción del hotel con total secretismo. Además, para mayor despiste de los vecinos, denominan el proyecto “Joan Güell-Remei”, cuando el hotel se construye en la calle Galileu.

Cuando los vecinos protestamos y pedimos explicaciones, nos dicen que todo el mundo tiene el mismo derecho que cualquiera a buscar la máxima rentabilidad de un proyecto… Y yo me pregunto: entonces, ¿para qué la casilla de la Iglesia católica en la declaración del IRPF?, ¿para qué las ayudas a la Iglesia católica en los Presupuestos Generales del Estado?, ¿para qué hacen los feligreses donaciones y testamentos a favor de la Iglesia católica para su mantenimiento (el origen del terreno en el que se va a edificar es una donación testamentaria)? Si actúan como, por ejemplo, Núñez y Navarro, empresa muy rentable que con sus activos es autosuficiente y genera beneficios a través de sus hoteles o de sus promociones, ¿el objetivo de la casilla del IRPF y de las donaciones es incrementar los beneficios de la organización?, ¿es mejorar los salarios en sus cadenas de radio y televisión? Si no quieren saber nada de los planteamientos de los vecinos del barrio ¿es porque están en posesión de la verdad? Y los que aprobaron el proyecto ¿se han ganado un trocito de cielo?