El uso casi constante del móvil en cualquier espacio como una necesidad irrenunciable, se convierte en una adicción peligrosa. Si hay algún espacio donde el uso desmedido del móvil se hace detestable es en los encuentros entre familiares y entre amigos. ¿Por qué? Porque la persona que utiliza el móvil para enviar y recibir mensajes, estando acompañada, está dando la espalda a las personas que tiene delante, y transmite el mensaje de que le interesa más la relación a través del móvil con personas lejanas que la relación con los que tiene a su alrededor. Las personas adictas al móvil deberían apagarlo en estas situaciones y disfrutar del momento real, conversando con las personas que le rodean.
Entretodos
Del mismo modo que se apaga el móvil al entrar en una sala de cine, ¿por qué no hacerlo cuando se está entre amigos y familiares? Si se hace en el cine es para estar pendiente de la película y no molestar a los espectadores. Lo mismo cabe esperar si se está acompañado por varias personas unidas por lazos de amistad o de familia.