Koeman... es cuestión de tiempo. Nunca ha tenido sistema de juego. Va por el mundo del fútbol como pollo sin cabeza. Y todo ello aderezado con un portero, Ter Stegen, que los técnicos del club están tardando demasiado en darse cuenta de que es un auténtico petardo. Para una y le meten cuatro, por decir algo. Irregular. Algunos goles difíciles de parar, sí, es verdad, pero otros, como el tercero frente al Bayer, era totalmente exigible pararlo a estos niveles de profesionalidad. Empezando por la portería, se debilita y mucho el sistema defensivo. Si no se dan cuenta a tiempo para traspasarlo lo antes posible, se pagará muy caro... al tiempo. Y Koeman, por supuesto, dimisión lo antes posible también.