Es indignante que siempre sea el mismo sector el que cargue con todo. Los bares y restaurantes no son los culpables de esta segunda ola de la pandemia. Es mucho más seguro ir a un restaurante que coger el metro, donde no se respeta la distancia de seguridad. Los hosteleros llevan meses cumpliendo con todas las medidas sanitarias y ofreciendo una sonrisa a cada cliente para que ahora les cierren sus puertas. La gastronomía forma parte de nuestra cultura, y si se limita su aforo y se controla tal y como lo han estado haciendo, es segura.
Entretodos
Esta nueva normativa no solucionará nada, solo acabará con muchos restaurantes. Nadie nos quitará la ilusión de volver a disfrutar de nuestras terrazas. Ánimo y apoyo a todos los hosteleros y hosteleras.