Ahora las aerolíneas low cost nos cobran por el equipaje, la comida y hasta por el alquiler de las mantas en vuelos intercontinentales. A eso tenemos que sumarle el tiempo y el precio de llegar a la ciudad desde los lejanos aeropuertos en los que operan, los retrasos o las cancelaciones que terminan ocurriendo en numerosos casos y la falta de indemnización tras estas en muchos otros.
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¿Cuándo pasaron este tipo de aerolíneas, que nos hacían el favor de dejarnos descubrir el mundo de una forma más barata, a aerolíneas con tan mal servicio? ¿A qué precio nos termina saliendo un vuelo barato al final? Creo que hoy en día, lo único que consigue diferenciar a las diferentes aerolíneas ya no es el precio, sino el servicio.
Al final va a ser verdad lo que dicen nuestras madres de que "lo barato sale caro".