"Incrementar los impuestos a las grandes fortunas es de una urgencia ineludible"

La desigualdad económica a escala global es un hecho. Los más ricos incrementaron significativamente su riqueza, mientras las clases medias y bajas han visto estancarse o reducirse sus ingresos en los últimos años. En este contexto, la necesidad de incrementar los impuestos a las grandes fortunas no solo es legítima sino que debe ser urgente e imperativa para garantizar la sostenibilidad económica y la justicia social.

Según estudios del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la desigualdad salvaje en la que nos encontramos restringe el crecimiento del PIB a largo plazo porque la concentración de riqueza en manos de unos pocos conduce a una menor demanda agregada. Además, incrementar los impuestos a los más ricos contribuye a generar una redistribución más equitativa, estimular el consumo y facilitar el crecimiento económico.

El Institute for Policy Studies afirma que un impuesto sobre el patrimonio del 2% sobre aquellos con activos superiores a 50 millones, y del 3% sobre los que superan los 1.000 millones generaría billones en ingresos adicionales durante la próxima década solo en Estados Unidos. Cabe recordar que en España, en 2021, el trabajador soltero promedio estuvo sujeto a una tasa impositiva neta media del 21,1%, siendo la media de la OCDE del 24,6% (muy por encima del 2 o del 3%).

Estos impuestos permitirían reducir déficits, financiar programas sociales, reducir la inmigración irregular, incrementar la natalidad , etc. Pero lo más importante, esos impuestos a los que más tienen pueden evitar futuras revueltas sociales sistémicas y globales.