Respeto a Catalunya y a los catalanes, y opino que se debería permitir que se expresaran libremente, y que de esa libre expresión surgiera un marco de entendimiento --dentro o fuera del Estado-- amistoso, pacífico y democrático.

Personalmente, me gustaría que se quedaran en España, pero respetaría su decisión si votaran mayoritariamente constituirse en república independiente, en Estado libre asociado o en cualquier otra solución. 

Me desagrada ver el clima de incomprensión y de enfrentamiento. Da pena. Gran culpa de ello es de los políticos de ambos lados, pero principalmente del señor Rajoy, que no puede hacerlo peor (como sucede también en otras áreas).