El viaje de Yolanda Díaz a Bruselas ha hecho mucho daño a la democracia. Ver fotografías de la vicepresidenta segunda del Gobierno en el Parlamento Europeo junto a Carles Puigdemont y otros dos son, como mínimo, antiestéticas y desafortunadas. Los asistentes fueron cuatro, los dos ya mencionados (Díaz y Puigdemont), Jaume Asens y el también eurodiputado de Junts, Toni Comín. Por sus expresiones y sus gestos deduzco que los más felices de los cuatro son Puigdemont y Comín. No me extraña; sin moverse de su casa actual, sin pisar un solo día la cárcel, ahora, reciben a una importante delegada del Gobierno para negociar.
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Todos sabemos que Feijóo no puede formar gobierno y, en cambio, Sánchez tiene posibilidades si logra pactar con Junts, no obstante, la ciudadanía necesita claridad, y este súbito viaje a Bruselas, de entrada, no solamente no ha cuidado las formas, sino que tampoco encaja en el marco constitucional.
Las imágenes que yo he visto no me han gustado; son expresivas de un servilismo improcedente que me hace pensar muy mal. Tengo la impresión de que Sánchez y Yolanda Díaz han perdido el rumbo. En lo que menos piensan es en España y en los españoles.