Parece mentira y es increíble el menosprecio con el que se nos trata a la ciudadanía de Barcelona, ahora ampliada a toda Catalunya, con la huelga de Renfe, metro y autobuses.
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Aquí parece que los únicos que tienen derechos y cero obligaciones son los funcionarios de todo el estamento de empleados de medios de transporte. Ellos tienen sus reivindicaciones, cosa que el ciudadano no sabe, no se de el caso que los tilden de egoístas. Por otra parte, la administración a través de sus representantes, callados y bien escondidos esperando que pase la tormenta; claro ambos colectivos tienen asegurados de por vida el puesto de trabajo y relevo para familiares y algún sindicalista, bien remunerado, en comparación a lo que se firmó en la Reforma Laboral del Partido Popular y ni uno ni otro quieren aclarar las cuentas, no sea el caso que salga a relucir, por ejemplo, la reivindicación, tanto salarial como laboral. Ahora estamos de pleno en campaña, no prometan tantas mentiras y actúen. Hagan publicas las reivindicaciones salariales y a ver si los funcionarios responsables de la administración nos hacen saber en que masa salarial se mueven los huelguistas.
Solo una cosa más, alguien debería recordar a los huelguistas que están fastidiando y poniendo en peligro el puesto de trabajo a personal que cobra 700 o 800 euros/mes, posiblemente pagas prorrateadas y no pueden acudir con normalidad a su centro de trabajo.