Con el fin del toque de queda, el 9 de mayo las calles de Barcelona se llenaron de gente con ganas de fiesta, y con más ganas de olvidar el covid aunque sea por una noche. Las imágenes de ese día, en mi opinión, son representativas de la condición humana, aquel animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Es comprensible que la gente quiera salir y pasarlo bien, pero ¿es esta la forma de hacerlo? Parece que no hemos entendido nada.
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Toda la pandemia hablando de responsabilidad, y antes incluso de que acabase el toque de queda las imágenes mostraban de todo menos esta que tanto se pedía. Habrá que ver cómo evolucionan los datos en las primeras semanas sin toque de queda, pero a toda esta gente que sale a celebrar antes de tiempo les diría: la pandemia sigue aquí, y si no eres responsable por la gente, al menos sé responsable para no volver a acabar encerrados.