Ahora mismo, acabo de recibir una carta. Es de un prisionero por razones políticas, a quien aprecio aunque que sólo lo he saludado personalmente una vez.
Entretodos
Le creo: desprecian sus derechos. Resulta que el Tribunal Constitucional le bloquea intencionadamente el acceso a la justicia europea con una burda actitud: admite todos sus escritos de amparo para no resolverlos y de este modo impedirle el acceso al Tribunal Europeo de los Derechos Humanos. Lo que habría que resolver en 30 días lleva bloqueado desde hace más de un año. ¡Qué maldad!
Me da asco que le hagan esto a Jordi Sánchez y a los demás presos, igual que si se lo hicieran a usted, señora o señor que me lee. Expresa la miseria moral de algunos malos funcionarios del Ministerio de Justicia.
Los catalanes somos líderes en la lucha contra la discriminación por motivos de raza, género, riqueza o religión: no admitimos menosprecios. ¡Qué vergüenza la justicia española! ¿Lo he expresado con suficiente claridad?
¿Quién puede querer vivir en un Estado represivo, en manos de una oligarquía tan penosa?