En esta época de blanco o negro, el gris se torna el color más potente de la paleta pero a la vez el más rechazado. Después del tsunami madrileño ahora le llega el turno de nuevo a Catalunya. Aquí también cada vez más el gris desaparece, aquí eres blanco o negro, y aprietan para dibujar al catalán independentista como el único catalán de bien. Porque en la Catalunya política han levantado un muro a todo lo español, aunque si es para criticarlo lo bajan y le hacen un documental.
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Y es una pena que este muro construido estos últimos años no permita disfrutar libremente de la mezcla y la riqueza que nos da ser un país tan variado, y no son ni los toros ni el rey, que aquí tanto se critica. Nuestra identidad no solo es lo típicamente catalán, porque de ser así mataríamos una gran parte de lo que somos gracias a nuestra historia y cultura. Pero este muro impuesto está minando aquello que pueda provocar una unión identitaria con España o con otras comunidades y maximiza aquello que provoca rechazo.
¿Puede representar alguien mejor la españolidad que una figura tan catalana como Rosalía? Qué pobres seríamos sin tantas cosas que forman parte de nuestra historia conjunta... Y es que el gris forma parte de una gama de colores que no deberíamos nunca perder.