Se debería prohibir que los partidos políticos usaran la bandera de su país como bandera de identidad. Así de rotundo. Seguro que ningún partido político por voluntad propia puede utilizar en sus mítines publicidad de una marca de cola o de un coche concreto, por ejemplo. Por tanto, no deberían apropiarse de una seña de identidad que pertenece a todo un pueblo y no a un partido. Al permitirse se consigue que una ideología sea la dueña de la bandera, porque asocias ese símbolo con sus ideas y la parte de la sociedad que vota otras opciones políticas tiene prejuicios que hacen que se sienta ajena al mismo. Y conviertes un símbolo que ha de ser de ser de todos en una representación partidaria y, por tanto, pierde el sentido.
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