Una gran victoria del Barça en Madrid: 0-4 BarçaMadrid. Solo un eslabón más en la cadena que conforma la Liga. Un paso importante y una buena dosis de autoestima para afrontar las siguientes jornadas del campeonato. A los barcelonistas nos toca ahora disfrutar de lo ocurrido, nunca más apropiado el carpe diem, hasta la próxima jornada. Sin embargo, todavía queda mucho para llegar a la cima.
Entretodos
El Barça ganó sin la aportación de Messi, que salía de una lesión y en los minutos que jugó tuvo una presencia testimonial. ¿Cambiará mucho la sintonía del equipo cuando el jugador argentino vuelva a ser el centro neurálgico del juego? Es uno de los retos para Luís Enrique y su cuerpo técnico.
¿Y el Madrid? Mal trago para Rafa Benítez, que tendrá de hacer valer su veteranía en los banquillos para gestionar la situación. Basta que le dejen. Esta derrota es de la que escuecen por el guarismo y por el rival. La afición y los directivos de los clubs acostumbrados a ganar digieren mal los fracasos.
Para los entrenadores de los equipos deportivos de élite es fundamental creer en lo que hacen y empatizar con sus afamados, multimillonarios y, en algunos casos, egocéntricos jugadores para conseguir que se crean el proyecto y lo pongan en práctica en el terreno de juego. Si lo logran, están en condiciones de conseguir todos los objetivos que se propongan, pero esto no es el Monopoly. Tener más dinero no quiere decir ganar seguro. La superioridad hay que hacerla valer en el campo, en cada partido, y dar por seguro que el rival opondrá resistencia.
El desafío liguero continúa para ambos equipos.