Qué bonito es tener a alguien que te cuida, te aconseja, se preocupa por ti y te coge de la mano para acompañarte en el camino. Alguien que te hace pensar y no vive tu vida, pero está ahí para hacer la tuya más feliz y más fácil.
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Y más si esa persona no está en tu círculo habitual porque vive lejos o no la has visto en tu vida, y aun así sientes que es un pilar que con el tiempo se ha convertido en esencial.
Mi persona se llama Cristina Mitre, y semana a semana se prepara unos temazos con grandes profesionales y nos los regala vía podcast. Así se ha ganado mi cariño y mi confianza, y no puedo más que darle las gracias públicamente por tanto bien que me hace.
Cristina, gracias por tu sacrificio, trabajo diario y cercanía (a pesar de la distancia).