Nieta de andaluces y extremeños, de madre charnega y padre extremeño. En clase impartían todas las materias en catalán excepto la propia asignatura de castellano. Quiero agradecer enormemente que esto fuese así, porque desde la periferia de Barcelona nadie nos avisó que al subirnos al metro y caer en cualquier parada un poco más allá del Carmel, este idioma nos abriría tantas puertas. En mi caso, lo tuve que poner en práctica cuando empecé a trabajar y en mis relaciones sociales. El catalán no es el hijo menor en Catalunya, es el hijo mayor que quiere salir de casa y crecer. Dejemos que crezca y experimente.
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