Antes, durante y después de las elecciones del pasado 20 de octubre en Bolivia, se difundieron multitud de bulos contra Evo Morales incluyendo un posible, aunque no generalizado ni sistémico, fraude electoral.
Entretodos
Ante tales rumores Evo ofreció nuevas elecciones y la purga del Tribunal Supremo Electoral, pero fue en vano. En una escalada intolerable de violencia, las calles se incendiaron y el jefe de las Fuerzas Armadas Bolivianas retornó al pasado de los sables amenazando a Evo para que renunciara al poder. Y Evo se apartó "para evitar un baño de sangre".
Así, una vez más, un presidente latinoamericano elegido democráticamente que logró elevar el PIB y la esperanza de vida, reduciendo la pobreza mediante la nacionalización de sectores estratégicos, fue conminado a dejar la presidencia vía golpe de Estado.
Ahora, consumada la reaccionaria asonada, los "buitres capitalistas" se aprestan raudo al reparto del botín saqueando recursos naturales como el litio, gas, estaño, petróleo, etcétera.
¡Pobre Latinoamérica!