Soy una madre que, como tantas madres, padres, abuelos, abuelas, hermanos, hermanas, etcétera acude cada fin de semana a ver el partido de su hijo. Después de tantos años yendo a los partidos, he normalizado que la gente desde la grada insulte con motivo o sin, que resulta que es indiferente, a los árbitros, a los jugadores, da igual la edad que tengan, e incluso a otras personas que estén en la grada. Es lo normal. Algún padre me llegó a decir que los insultos al árbitro van incluidos en su sueldo. Y ¿cuál es el papel de la Federación española de fútbol contra esta violencia verbal y física?
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El fin de semana pasado fui al partido. Una vez el árbitro pitó el final, empezaron a volar puñetazos entre los jugadores y acabó siendo una pelea multitudinaria a la que se sumaron algunos de los familiares y otras personas que estaban en la grada. El árbitro se fue. Tuvieron que venir los Mossos d'Esquadra a hacerse cargo de la situación. Los jugadores, de 16 años de edad, salieron del vestuario escoltados por la policía. Surrealista.
Espero que estas situaciones no vuelvan a ocurrir, aunque por desgracia, el comentario más escuchado ayer era: "esto pasa todos los fines de semana en muchos campos". ¿De verdad? ¿Y que hace la Federación Española de Futbol para impedirlo? La verdad es que no sé si hace algo, pero si lo hace, a lo mejor no le está funcionando.