Parece que la victoria de Trump ha contado con la ayuda del todopoderoso Facebook. Más de 58 millones de dólares invertidos y una buena dosis de noticias falsas han sido de gran ayuda para el candidato republicano en su carrera hacia la Casa Blanca. Noticias como que el Papa apoya Donald Trump o que Hillary Clinton se gastó más de 137 millones de dólares en armas ilegales han circulado por la red y se han compartido millones de veces.
Entretodos
Esta vez, más que nunca, Facebook ha desempeñado un papel clave en el resultado de las elecciones norteamericanas. Estas publicaciones de mentiras en la red sin ningún tipo de control merecen un análisis exhaustivo por parte de los asesores de campaña de ambos partidos.
La rapidez de Facebook para contrarrestar los ataques de Trump en los debates transmitidos en la televisión ha ganado la batalla en un país donde esta red social es ya desde hace tiempo no una simple plataforma digital, sino un medio más de difusión de información.
Resulta sorprendente que nadie sea responsable de la publicación de estas mentiras y que en una sociedad tan evolucionada como la americana no exista ningún sistema de control para que hechos tan graves como estos no pasen.
El juego sucio ha existido siempre, pero cuando llega a las instituciones públicas y al presidente de un país es un claro síntoma de que algo no estamos haciendo bien.