Estos días se vuelve a comentar, y bastante, el tema de las licencias y la movilidad de los VTC (vehículos de transporte con conductor) y los taxis, y voy a expresar mi opinión, según lo que he vivido en mis carnes.

Un VTC es fiable, seguro, puntual y correcto; desde que lo solicitas sabes lo que vas a pagar, tú eliges: sí o no. Da igual si llevas o no maletas o bultos, ellos no te cobran de más. Solicitar un taxi o cogerlo en la calle te puede suponer desagradables sorpresas. Bajada de bandera y kilometraje, hasta ahí correcto, pero si llevas maletas o bultos, ellos no te indican qué deberás abonar por cada una de ellas, y al final del recorrido viene la sorpresa (por ejemplo, de 20 euros pasas a pagar 30), sin mencionar los suplementos por horarios especiales y salidas a y de los aeropuertos. Todo ello hace que los clientes elijan amabilidad y exactitud de pago antes que sorpresas inesperadas. Y que no se te ocurra comentar nada.

Hice un trayecto en el mismo horario más o menos con ambos servicios. La diferencia fue abismal a favor de los VTC. Dirán que si pagan o no impuestos, eso es otro tema y ahí debe ponerse el Gobierno. Nosotros, los ciudadanos, no podemos decidir las normas que disponen, si pagan o no autónomos, si pagan o no impuestos en nuestro país, ese es un tema legal.

Ni que decir tiene que la amabilidad de unos u otros es distinta, y algunos taxistas intentan hacer durar el viaje lo más posible para hacer más importe, lo que es una vergüenza. Siempre que pueda y donde esté, si hay VTC, los buscaré a ellos mientras el sistema tarifario del taxi no mejore.