Generalmente los inmigrantes que llegan a suelo europeo son gente joven, valiente y desesperada. Hombres y mujeres que esperanzados huyen de la miseria y el caos hacia “el paraíso europeo”.
Entretodos
Atraviesan pueblos y países subdesarrollados donde los persiguen, humillan y exprimen al límite, aguantando solo gracias a su fortaleza y su decisión de un cambio. Europa.
Y en Europa, a los simpapeles y sin nada los rechazan, les ponen muros y alambradas que ellos y ellas, aún con el poco empuje que les queda, saltan, sufriendo desgarros y heridas profundas difíciles de olvidar.
Creo que esta Europa se equivoca; sus gobernantes se equivocan. Quizás sea esta una ocasión única para poder acoger a tanta gente que quiere vivir con nosotros, que quieren aprender y compartir con nosotros ahora y quizás en el futuro.
Quién sabe si dada nuestra baja tasa de natalidad nuestro futuro está en ellos. Considero que si Europa no cambia radicalmente, perderá. Nuestro porvenir está ahora en juego, quizás esta es la última oportunidad. ¿La perderemos?